La ultraconservadora Sanae Takaichi se convirtió el martes en la primera mujer en asumir el cargo de primera ministra de Japón, tras obtener la aprobación de las dos cámaras que conforman el parlamento japonés. Miembro del Partido Liberal Democrático (PLD), Takaichi sucede a Shigeru Ishiba, quien dimitió el pasado septiembre tras perder la mayoría parlamentaria. La nueva primera ministra estará al frente de un país con una escasísima presencia femenina en puestos de poder; en el Parlamento, solo el 16 por ciento de los escaños están ocupados por mujeres. Takaichi asume el cargo en un momento crítico para Japón marcado por una economía estancada, que a su vez sufre los efectos de una inflación en aumento, además de una natalidad en descenso y una población cada vez más envejecida. La nueva primera ministra también tendrá que afrontar retos en materia internacional, con una debilitada alianza con Estados Unidos y el aumento de las tensiones regionales, especialmente con China.