La justicia europea ha sentado un nuevo precedente esta semana en favor de los derechos de las personas migrantes. Por primera vez, el Tribunal de Justicia de la UE determina que Frontex, la agencia que coordina la gestión de las fronteras de la UE y el espacio Schengen, fue responsable de la expulsión irregular de un refugiado sirio en 2020. La sentencia supone un espaldarazo a la lucha por los derechos de las personas que llegan a Europa en busca de refugio y abre las puertas a nuevos litigios contra la agencia y las fuerzas de seguridad fronterizas de los Estados de la UE. En paralelo, en Italia el Tribunal Supremo confirmó esta semana la absolución del vicepresidente del país y líder de la formación xenófoba La Liga, Matteo Salvini, en el caso Open Arms. El dirigente, para el que la Fiscalía pedía 6 años de prisión, había sido acusado por bloquear durante veinte días el desembarco de más de 140 personas migrantes rescatadas de aguas del Mediterráneo por la ONG Open Arms en 2019.