El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) consiguió la victoria en las elecciones que se celebraron el pasado domingo en el estado federado de Turingia, en el este del país, con el 32,8% de los votos. En Sajonia, el otro estado que acudía a las urnas, quedaron en segunda posición (30,6%), por detrás de la Unión Cristianodemócrata (CDU), que consiguió el 31,9% de los votos.

A pesar de los resultados, el partido ultra, que ha centrado su discurso en las políticas antiinmigración, tiene difícil gobernar en estas regiones debido al cordón sanitario que están imponiendo otros partidos. Pero  su victoria ha agitado la situación política en Alemania: por primera vez desde la II Guerra Mundial, una formación ultraderechista tendrá la mayoría de escaños en uno de los 16 parlamentos estatales del país.