El Ejército israelí sigue consolidando su avance por tierra después de que la semana pasada lanzará una gran ofensiva contra Ciudad de Gaza con el argumento de que es el principal bastión de Hamás. La llegada de las tropas israelíes a la capital ha provocado el desplazamiento hacia el sur de más de 250.000 personas en las últimas semanas. Más allá de los movimientos de población, los gazatíes se enfrentan a una realidad cada vez más común en la Franja: la hambruna. La Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios anunció este lunes el cierre de casi la mitad de los centros para tratar la desnutrición en la capital y los alrededores, justo el lugar donde declaró la hambruna por primera vez en la Franja hace un mes.

Al menos 162 personas, entre ellas 32 menores, han muerto de inanición desde que comenzara el genocidio tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023, según datos del Ministerio de Salud gazatí. Los incesantes bombardeos a hospitales y centros de atención obligan a la población gazatí a depender cada vez más de una ayuda humanitaria que no llega. Israel, que controla el acceso de la ayuda, volvió a bloquear esta semana varias misiones comandadas por Naciones Unidas.