Israel ha cometido —y sigue cometiendo— un genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza: es la conclusión de la Comisión Independiente de Investigación de Naciones Unidas, que se suma así a una multitud de voces que ya llevaban tiempo denunciando el genocidio de la población palestina. En un informe de más de 70 páginas, la comisión dice que en Gaza se dan cuatro de los cinco criterios de genocidio:  asesinatos, daños corporales y mentales graves, condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción y medidas para impedir nacimientos. Son crímenes cometidos por las fuerzas israelíes en la Franja con la intención concreta, recalca la Comisión, de “destruir, total o parcialmente, a los palestinos en Gaza”. Y dice que las conclusiones se basan en “pruebas extensas de asesinatos sistemáticos y sin precedentes”.

La misma investigación apunta a la responsabilidad de los países de la comunidad internacional y su inacción mientras las cifras de muertes aumentaban día tras día. “El deber de prevenir un genocidio es universal e inmediato”, dice la comisión, y recalca que “la credibilidad de la comunidad internacional depende de una acción urgente”. El Gobierno de Israel, cuyos ataques ya han acabado con la vida de más de 65.000 personas en la Franja, entre ellas cerca de 20.000 niños y niñas, ha dicho que el informe es  y ha acusado a la Comisión de la ONU de actuar como “representante de Hamás”. Además de los bombardeos y ataques terrestres, el brutal asedio israelí ha dejado a más de medio millón de personas en situación de hambruna.