La guerra en Sudán sigue paralizando la vida de millones de personas frente a la inacción de la comunidad internacional. Este miércoles, un ataque con drones acabó con la vida de al menos 104 personas en la región de Kordofán, en el centro del país. Los ataques con aviones no tripulados se han extendido a otras zonas de Sudán. El jueves, varios drones alcanzaron instalaciones eléctricas en la capital, Jartum, y la ciudad costera de Puerto Sudán. La operación dejó a oscuras a miles de personas. Este nuevo pico de violencia se produce en un contexto de atrocidades generalizadas en la guerra civil que sacude el país desde 2023: un informe de Naciones Unidas publicado esta semana revela que en abril las fuerzas paramilitares mataron a más de un millar de desplazados en solo tres días. Más de 300 fueron ejecutados, según el documento.