Tanzania está envuelto en una ola de protestas tras la celebración, el miércoles, de unas elecciones presidenciales marcadas por la represión. Durante la cita electoral el acceso a internet se vio interrumpido en todo el país, mientras aumentaba la preocupación de grupos de derechos humanos por la transparencia de los comicios. Estos se celebraron con el líder del principal partido opositor en prisión tras pedir reformas electorales. El segundo partido opositor, por su parte, vio cómo a su candidato se le prohibía concurrir a estas elecciones. En ellas se decidía si la presidenta tanzana, Samia Suluhu Hassan, optaba a un segundo mandato. Su partido ostenta el poder en Tanzania desde la independencia del país, en 1961.

La jornada electoral terminó con protestas, disturbios multitudinarios y enfrentamientos con las autoridades policiales, que continuaron los días sucesivos. El jueves, al menos dos personas murieron y decenas resultaron heridas en disturbios en una zona fronteriza entre Kenia y Tanzania en pleno recuento electoral.