Ucrania ha vuelto a emplear drones para atacar a Rusia tras la negativa de sus aliados a permitir el uso de misiles de largo alcance. En un ataque conjunto de inteligencia y fuerzas especiales ucranianas, seis drones kamikaze alcanzaron este miércoles un almacén de misiles Iskander y Tochka-U en la ciudad de Toporets, en la región rusa de Tver, destruyendo bombas aéreas y munición de artillería.

El ataque no dejó víctimas mortales, aunque las autoridades rusas ordenaron la evacuación parcial de los habitantes de la ciudad. Esta ofensiva se enmarca en la estrategia de Ucrania de debilitar la superioridad aérea rusa mediante ataques a almacenes de armas mientras continúa pidiendo a sus aliados mayor apoyo armamentístico para combatir la ofensiva aérea rusa. Según las autoridades ucranianas, Moscú lanza cada día un centenar de ataques aéreos contra posiciones, infraestructuras y zonas habitadas de Ucrania.