Israel está tensando cada vez más la cuerda. Varios soldados israelíes abrieron fuego el miércoles contra una delegación diplomática compuesta por representantes de más de 25 países, entre ellos España, durante una visita al campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania. Aunque el Ejército israelí alegó que solo se realizaron “disparos de advertencia al aire”, una grabación emitida por el canal privado de la televisión israelí N12 muestra a soldados apuntando directamente a los diplomáticos. El hecho ha sido calificado de “inaceptable” por la Unión Europea, y varios países afectados han exigido explicaciones formales al Gobierno de Benjamin Netanyahu. Este nuevo episodio de violencia tiene lugar en medio de una escalada de la ofensiva militar israelí en Gaza, donde los bombardeos diarios ya han causado más de 53.000 muertes desde que Israel iniciara su ofensiva en octubre de 2023. 

La situación sigue siendo crítica para las personas que viven en la Franja. Pese a las declaraciones del Gobierno israelí de que se están permitiendo algunos envíos de ayuda humanitaria, organizaciones como la ONU denuncian que la asistencia es insuficiente y que el bloqueo sigue impidiendo el acceso a alimentos básicos, agua potable y medicamentos, agravando una crisis humanitaria que amenaza con causar la muerte de miles de niños. A este panorama se suma el asesinato de dos trabajadores de la embajada de Israel en Washington, en un ataque que las autoridades israelíes y estadounidenses han calificado de acto antisemita. Sin embargo, Netanyahu sigue con su plan: mantener el control total de Gaza al finalizar el conflicto. Ante esta situación, la presión internacional continúa aumentando. Kaja Kallas, alta Representante de la Unión Europea para Política Exterior y de Seguridad, habló con claridad y dijo que es hora de presionar a Israel y revisar el artículo 2 del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea e Israel. El presidente español Pedro Sánchez fue explícito y expresó su punto de vista: Israel no debería participar en Eurovisión. Esta semana, el periodista Alberto Arce nos recordaba en esta columna que la sociedad civil palestina lleva años pidiendo una campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) a Israel. A la luz de lo que algunos líderes políticos anuncian, quizás ese momento se acerca.