La Corte Suprema de Argentina rechazó el martes el último recurso legal de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, dejando firme su condena a seis años de prisión —que podría cumplir en su casa por su avanzada edad— e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos. La sentencia, dictada en 2022, acusa a Fernández de haber favorecido de forma irregular a un empresario aliado en la provincia de Santa Cruz. 

Esta decisión termina con los planes de Kirchner para presentarse a los comicios legislativos de septiembre, y la expone a una inminente orden de detención. La expresidenta del país calificó a los jueces del Supremo de “monigotes que responden a mandos naturales por encima de ellos” y denunció el fallo como un “cepo al voto popular”. Por su parte, el presidente Javier Milei celebró la decisión como un triunfo de la justicia.