Libre tránsito

En Panamá vale más ser mercancía dentro de un contenedor que la mercancía de un coyote para el cual tu vida es el único arancel

Se abre una esclusa y cae un chorro de agua; el barco se mantiene inmóvil para, una vez que el agua llene el espacio frente a él, pasar al otro lado guiado por cinco locomotoras que evitarán que sus costados choquen con los muros del canal.

Panamá, te dicen los de aquí, existe como nación porque existe el canal. No es una metáfora: la separación oficial de Colombia se formalizó en cuestión de horas en noviembre de 1903, con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos, que de inmediato inició la construcción del canal de Panamá. Ni ideales políticos, ni orgullo nacional: la última palabra de la lucha por la soberanía la tuvo la necesidad capitalista del libre tránsito.

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Periodista mexicana especializada en migración y política, vive en Los Ángeles desde 2004. Sus textos se han publicado en America’s Quarterly, Gatopardo y las ediciones en español de The New York Times, Newsweek y Vice, entre otros medios de Estados Unidos, América Latina y España. Es autora de tres libros: Dreamers, la lucha de una generación por su sueño AmericanoMexicanos al Grito de Trump. Historias de triunfo y resistencia en Estados Unidos, y We built the wall. How the US keeps out asylum seekers from Mexico, Latin America and beyond. Actualmente trabaja en un proyecto sobre jóvenes inmigrantes en España.

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