‘El rickshaw’: la brutal represión en Birmania

Migrantes arrojados al mar, victoria de Bukele en El Salvador, y otras noticias de la semana

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‘El rickshaw’: la brutal represión en Birmania
AP Photo/Sunday Alamba

Este sábado tenemos una novedad que compartir contigo: ya está aquí Salud, nuestro nuevo número anual en papel. Una revista-libro de 256 páginas y diseño renovado —por dentro y por fuera— que a través de crónicas, fotografía, entrevistas, ilustraciones, ensayos y poesía trata de responder a una pregunta: ¿nos habíamos olvidado de la salud hasta la llegada de la pandemia? Repasamos aspectos fundamentales como el negocio de la salud en Estados Unidos, el avance de la telemedicina en China, las consecuencias de la contaminación en India o el impacto de la pandemia en los movimientos migratorios. 

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Y vamos ya con nuestro rickshaw, que esta semana tiene paradas en Birmania, El Salvador, el cuerno de África, Libia o Europa. También nos detenemos en Brasil, Israel, Siria, Nigeria o el Amazonas.

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¡Empezamos!

El recorrido

Birmania

Al menos 38 personas murieron este miércoles en Birmania (Myanmar) por disparos de las fuerzas de seguridad que buscaban reprimir manifestaciones en distintas ciudades del país contra la junta militar. Es la jornada más sangrienta desde que los militares tomaron el poder el pasado 1 de febrero en el golpe de Estado que depuso al gobierno civil liderado por Aung San Suu Kyi. Desde entonces, la brutal represión se ha cobrado ya más de medio centenar de víctimas mortales, según la ONU. Además, unas 1.700 personas han sido arrestadas por su relación con las protestas o supuesta vinculación con actividades políticas. Pese a la violencia de las fuerzas de seguridad, las manifestaciones no cesan. Este viernes volvieron a tomar las calles de Rangún, la mayor ciudad birmana, y otras localidades del país.

La premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, líder de facto de Birmania desde 2015 hasta el golpe militar, sigue bajo arresto domiciliario y ha sido acusada de cargos como el de “incitación a los disturbios”. Y esta misma semana también se ha sabido que, tres días después de dar el golpe de Estado, la Junta Militar intentó retirar unos 1.000 millones de dólares del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. El movimiento llamó la atención de las autoridades estadounidenses, que primero bloquearon y luego congelaron la transacción siguiendo una orden ejecutiva de Joe Biden. Las autoridades sospechan que la retirada de estos fondos estaba dirigida a limitar la exposición a las sanciones internacionales tras el golpe de Estado. Estados Unidos, Canadá, la UE y el Reino Unido ya han anunciado sanciones contra los militares que ejecutaron el levantamiento.

Migraciones

Al menos veinte migrantes han muerto este miércoles tras ser arrojados al mar por traficantes en la ruta entre Djibouti, en el Cuerno de África, y la Península Arábiga. Los traficantes habían embarcado a unas doscientas personas procedentes de países africanos, entre ellas varios niños. Cuando llevaban media hora de travesía, empezaron a gritar que había demasiada gente en la embarcación y comenzaron a arrojar a docenas de ellas por la borda, según ha relatado la portavoz regional de la Organización Internacional para las Migraciones, Yvonne Ndege.

Y precisamente hace una semana conocíamos la fuga de uno de los traficantes de personas más crueles de África. El eritreo Kidane Zekarias Habtemariam se escapó el 18 de febrero del edificio del tribunal federal de Adis Abeba donde iba a ser juzgado por secuestro, tortura y esclavitud de miles de personas en Libia. El preso aprovechó un momento en el baño para cambiar su uniforme de recluso por ropa de calle que le habían dejado escondida, y logró salir con tranquilidad por la puerta. Mientras se investiga si los guardias que le custodiaban fueron sobornados para hacer la vista gorda, víctimas y testigos temen ahora una posible venganza del traficante.

El Salvador

El partido de Nayib Bukele, presidente de El Salvador, ha logrado una contundente victoria en las elecciones legislativas y municipales celebradas en el país centroamericano el domingo pasado. La formación Nuevas Ideas (NI), dirigida por un primo de Bukele, ha obtenido la mayoría suficiente para aprobar los proyectos del presidente en el Legislativo sin el apoyo de ningún otro partido, según los resultados preliminares.

Estos resultados electorales no solo permitirán a Bukele pasar leyes sin negociar con la oposición: también le han dado la llave para nombrar, por ejemplo, al fiscal general de la República o al Consejo Nacional de la Judicatura, un organismo clave para elegir magistrados. Bukele, de 39 años, llegó al poder en las elecciones presidenciales de 2019, aupado por el descontento popular ante la pobreza y la violencia. Aunque mantiene un amplio apoyo en su país, le han llegado duras críticas de organismos exteriores como la Organización de Estados Americanos o grupos como Human Rights Watch, que considera que Bukele “se ha empeñado en desmantelar todos los controles institucionales al poder presidencial”.

Covid

La estrategia común europea de vacunación se tambalea. De momento cinco países —Austria, Dinamarca, Polonia, Eslovaquia y República Checa— han empezado a desligarse y a firmar acuerdos con Rusia, China o Israel para buscar suministros propios. Lo hacen, dicen, decepcionados con el ritmo y escasez del reparto. El canciller austriaco, Sebastian Kurz, ha destacado que no quieren depender “solo” de la Unión Europea para vacunar a su población. Mientras, la Agencia Europea del Medicamento ha anunciado esta semana que ya estudia la autorización de la vacuna rusa Sputnik V.

Y la pandemia continúa siendo especialmente preocupante en Brasil, que este miércoles registró la cifra diaria de fallecidos más alta de las recogidas hasta la fecha: 1.910 personas en un país que suma 10,5 millones de casos confirmados. Bolsonaro, en su línea habitual, ha quitado importancia a la noticia y ha acusado a la prensa de provocar el pánico. Y pese a que se ha negado a decretar cierres a nivel nacional, algunas ciudades como São Paulo ya se han desmarcado y han anunciado restricciones de movilidad para las próximas semanas.

La imagen

AP Photo/Sunday Alamba

La fotografía de la semana muestra un aula vacía con pupitres y sillas descolocadas. Se trata de la clase en la que se encontraban las 279 estudiantes de secundaria secuestradas hace una semana en Nigeria y que fueron liberadas este martes. El gobernador de Zamfara, el estado en el que se encuentra el centro, ha asegurado no haber pagado un rescate pero sí haber negociado con los secuestradores ofreciendo amnistía si entregaban las armas. El presidente nigeriano, por su parte, ha ordenado un desplazamiento masivo de tropas a la zona como muestra de contundencia ante los reiterados secuestros. Y es que en los últimos dos meses se han producido en el país al menos tres secuestros masivos de escolares: 344 alumnos de secundaria en diciembre y 42 más —alumnos, profesores y familiares— en febrero. Todos fueron liberados poco después tras las respectivas negociaciones.

Otras claves

  • La fiscal del Tribunal Penal Internacional de La Haya ha anunciado la apertura de una investigación contra Israel y Hamás por crímenes de guerra en Palestina. Lo hace tres meses antes de abandonar su puesto y tras cinco años de diligencias preliminares. Por primera vez, cientos de altos cargos israelíes –tanto políticos como militares– pueden verse involucrados en una investigación de este tipo de la justicia penal internacional. La fiscal ha asegurado que la principal preocupación “deben ser las víctimas de los crímenes”.
  • Decenas de miles de civiles continúan desaparecidos en Siria tras ser detenidos de forma arbitraria durante los diez años de conflicto, según un informe publicado esta semana por la ONU. La investigación subraya que estas acciones han sido utilizadas de forma deliberada “para infundir miedo y reprimir la disidencia entre la población civil o, con menos frecuencia, para obtener beneficios económicos” y asegura que el gobierno sirio cometió crímenes de guerra y de lesa humanidad en el contexto de las detenciones.
  • Tres periodistas fueron asesinadas el martes en Jalalabad, al este de Afganistán, en dos ataques casi paralelos cuando regresaban a sus casas desde la cadena privada de televisión en la que trabajaban. Ningún grupo ha reclamado los atentados, pero las tres mujeres son las últimas víctimas de una serie de asesinatos selectivos que ya se han cobrado las vidas de al menos 180 activistas, intelectuales y funcionarios desde que en septiembre comenzaron las conversaciones de paz entre el gobierno de Kabul y los talibanes. El portavoz de estos últimos ha asegurado en un tuit que no tienen nada que ver con el ataque.
  • Fidesz, el partido del primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha abandonado el Partido Popular Europeo (PPE) en la Eurocámara. Lo ha hecho, en realidad, justo antes de ser expulsado por el propio grupo europeo, que acababa de votar una modificación de sus normas internas para facilitar la suspensión de miembros problemáticos. La medida no ha sido una sorpresa tras las reiteradas peticiones al líder húngaro para que redujera el tono, pero la incertidumbre de cuál será su próximo movimiento ha generado cierto revuelo. Pese a la salida de estos diputados, el PPE continúa siendo el primer grupo parlamentario de la Eurocámara.
  • Indígenas de la Amazonia colombiana y brasileña han demandado a la cadena francesa de supermercados Casino por la deforestación de sus tierras y violaciones de los derechos humanos. Respaldada por oenegés internacionales, esta demanda se apoya en una ley aprobada en Francia en 2017 que obliga a las empresas de más de 5.000 empleados a garantizar que sus filiales y subcontratas respetan los derechos y libertades fundamentales, la salud y seguridad de la personas y el medioambiente. Uno de los puntos principales de la demanda sostiene que el grupo francés continúa comprando al gigante cárnico JBS, acusado de obtener a su vez los productos en ganaderías vinculadas a prácticas de deforestación y hasta de trabajo esclavo.

Esta semana en 5W

En marzo de 2020 se declaró el estado de alarma en España por la pandemia de coronavirus, y los números —de contagios, de ingresos hospitalarios, de fallecidos— se convirtieron en la guía para medir la evolución de la emergencia. Pero en medio de la crisis sanitaria y con hospitales, tanatorios y cementerios saturados, crecieron también las dificultades para ir más allá de esas cifras y enseñar imágenes desde aquellos lugares donde miles de profesionales se dejaban la piel para salvar vidas o afrontar muertes. 

El fotoperiodista Àngel García comenzó entonces su proyecto Exitus para documentar el dolor tras las muertes de la covid-19. Esta semana publica en 5W el resultado de casi un año y que aún continúa activo.

Buena lectura.

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