Un tribunal militar de la República Democrática del Congo condenó el martes al expresidente Joseph Kabila a pena de muerte. Lo hizo en su ausencia y sin abogados para defenderle. El mandatario, que dirigió el país entre 2001 y 2019, fue declarado culpable de “traición” y “crímenes de guerra” por haber respaldado el avance del grupo rebelde M23, apoyado por Ruanda, en las regiones de Kivu del Norte y del Sur. En la actualidad, este grupo controla la mayor parte de estas provincias tras enfrentamientos que han dejado miles de muertos y que han provocado el desplazamiento forzado de más de 850.000 personas.

A pesar de esta condena el cumplimiento de la pena es poco probable, ya que se desconoce el paradero de Kabila. Aunque en algunas ocasiones ha hecho algunas apariciones en público fuera del país, desde que abandonó el Congo apenas hay información sobre sus desplazamientos.