La imagen de la semana muestra a un grupo de palestinos rezando junto a los cadáveres de varios periodistas, entre ellos los corresponsales de Al Jazeera Anas al-Sharif y Mohamed Qreiqeh, asesinados durante un bombardeo israelí el pasado agosto. Al menos 237 periodistas palestinos han sido asesinados desde el inicio de la ofensiva israelí en 2023. De ellos, al menos 56 “han sido blanco deliberado del ejército israelí por ser periodistas o han fallecido en el ejercicio de su trabajo”, según Reporteros Sin Fronteras. Desde entonces, el de Gaza se ha convertido en el conflicto más letal para los periodistas en la historia reciente: más incluso que la guerra de Vietnam, Afganistán y las dos guerras mundiales juntas, que hasta 2023 eran los conflictos que registraban más periodistas muertos.

Antes de la actual ofensiva los periodistas palestinos ya eran víctimas de acoso, censura y restricciones de movimiento. En 2017, Israel amenazó con cerrar las oficinas de Al Jazeera en Jerusalén, algo que terminaría haciendo años más tarde en Cisjordania. También bombardeó redacciones en Gaza, y acabó con la vida de la periodista Abu Akleh a manos de un francotirador. Pero el estallido de la violencia en 2023 ha establecido un nuevo nivel en los ataques contra la prensa.