El presidente tunecino, Kais Said, consiguió el 89,2% de los votos en las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo. Sus oponentes, el encarcelado exdiputado Ayachi Zammel —en prisión desde hace un mes— y el líder del Movimiento del Pueblo, Zuhair Magzhaui, quedaron muy atrás con el 6,9% y 3,9% de los votos, respectivamente. La oposición cuestionó los resultados y denunció irregularidades en el proceso electoral.

La jornada electoral estuvo marcada también por críticas a la falta de transparencia y legitimidad. El Centro Electoral (ISIE) rechazó la participación de observadores clave como Mourakiboun y la Fundación Carter, y se negó a autorizar a medios internacionales. La oposición acusa a Said de consolidar un régimen ultrapresidencialista desde la crisis política de 2021, que llevó a la disolución del Parlamento y a la reforma de la Constitución.