La violencia de las bandas armadas en Haití continúa sin freno: la semana pasada, 115 personas, entre ellas varios niños, fueron masacradas en la región central del empobrecido país caribeño en uno de los peores ataques contra civiles que se recuerdan en su historia reciente. El asalto tuvo lugar en la localidad de Pont Sondé, en la región de Artibonite, considerada parte del territorio de una banda llamada Gran Grif. Esta banda fue creada hace casi una década por el exparlamentario Prophane Victor, que empezó a armar a jóvenes de la zona para respaldar su control de la región. Según grupos humanitarios en Haití, la banda atacó a la comunidad de Port Sondé al acusarles de colaborar con un grupo de autodefensa conocido como “La Coalición” que busca limitar el poder de Gran Grif. En el ataque, familias enteras fueron asesinadas. Más de 6.000 personas han huido de la localidad por miedo y se encuentran refugiadas en áreas cercanas. Y este mismo jueves Arcahaie, un municipio al norte de Puerto Príncipe fue también atacado por otra banda armada, sin que por el momento se conozca el número de víctimas. 

Haití lleva meses sumido en el caos; las bandas armadas controlan cerca del 80 por ciento del territorio de la capital, Puerto Príncipe, sin que haya un Gobierno estable que pueda hacerles frente. Un informe de Human Rights Watch publicado esta semana advierte de que las pandillas en Haití están reclutando a cientos o miles de niños, forzados por el hambre y la pobreza. En medio de esta situación, la vecina República Dominicana ha intensificado las deportaciones de ciudadanos haitianos y ha anunciado que devolverá hasta 10.000 haitianos indocumentados a la semana. Para saber más sobre la grave situación en Haití, no te pierdas el podcast que hemos dedicado a la crisis humanitaria en este país.