Cerca de 720.000 refugiados en Kenia verán reducidas sus raciones alimentarias al 28% de lo recomendado a partir de junio si no se consiguen nuevos fondos, según advirtió el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas. El organismo, que opera en los campos de refugiados de Dadaab, Kakuma y Kalobeyei, ya redujo las raciones en febrero a un 40%, mientras que la población refugiada en Kenia ha aumentado un 70% en los últimos cinco años, principalmente por los conflictos en Sudán del Sur y Somalia. 

El director del PMA en el país, Baimankay Sankoh, advirtió que la desnutrición ya es generalizada, y afecta especialmente a niños y mujeres embarazadas. “La reducción de ayuda forzará a los refugiados a tomar decisiones desgarradoras: desprenderse de sus pertenencias esenciales, sacar a sus hijos de la escuela o incluso regresar a sus países de origen a pesar de los peligros”, afirmó.