Los sueños rotos de las afganas

El regreso al poder de los talibanes quiebra las esperanzas de futuro de las mujeres en Afganistán

Los sueños rotos de las afganas
Una profesora afgana en una clase fuera de una escuela destruida en Kabul el 1 de octubre de 2002. Romeo Ranoco / Reuters

Sima, Zahra, Suraia, Shukria, Farima, Rangina, Malalai… Son nombres de mujeres afganas, de mujeres valientes que en estos últimos 20 años han luchado por sus derechos, por cambiar su país. Son muchas y han podido ver la vida en estos años más allá del burka, aunque buena parte de ellas lo siguiese llevando por convencimiento, miedo, imposición o incluso por seguridad en sus desplazamientos para no ser detectadas por aquellos que no quieren la emancipación de la mujer, que no son pocos.

Sima, Zahra, Suraia, Shukria, Farima, Rangina, Malalai y muchas más se quitaron el burka y el miedo con la esperanza de un futuro mejor. Pero sus sueños se desvanecen ante la toma del poder de nuevo por los barbudos de la sinrazón, a golpe de kaláshnikov y de una sharía aplicada desde el rigorismo más duro y de la represión.

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