Mientras en Gaza los ataques israelíes y el cruce de acusaciones entre Tel Aviv y Hamás hacen peligrar la frágil tregua, la violencia en Cisjordania sigue aumentando. Según un informe de la Comisión de Resistencia a la Colonización y al Muro de la Autoridad Palestina, solo el mes pasado se registraron más de 2.300 ataques en los territorios palestinos ocupados. La mayoría tuvieron lugar en Ramala, Nablus y Hebrón y fueron perpetrados tanto por el Ejército israelí como por colonos. El último ocurrió este jueves en la ciudad de Al Yamoun, al oeste de Yenín, donde miembros del Ejército asesinaron a tiros a un adolescente de 15 años.

Este tipo de incursiones no son una novedad. Responden a una estrategia de colonización que Israel implementa desde mucho antes de los ataques del 7 de octubre de 2023. La diferencia ahora es que los ataques han aumentado y gozan de una impunidad aún mayor. El informe remarca también la existencia de nuevos asentamientos y actos vandálicos como la destrucción de más de 1.200 olivos, un árbol de gran relevancia en la cultura palestina y motor económico para muchas familias. Los ataques tienen lugar en medio del debate sobre la eventual anexión de Cisjordania por parte de Israel.

Mientras tanto, en Gaza siguen produciéndose ataques contra la población civil. Israel ha acabado con la vida de más de 240 palestinos en la Franja desde la entrada en vigor del alto el fuego el mes pasado, según el Ministerio de Salud de Gaza. Israel se escuda en que muchos de esos ataques respondieron a una supuesta violación por parte de ciudadanos palestinos de la llamada “línea amarilla”, la zona en el interior de la Franja a la que se han replegado las tropas israelíes.