Nuevo viernes, nuevo rickshaw. Comenzamos esta semana con la noticia de la muerte del líder de Estado Islámico, repasamos los resultados electorales de Portugal y nos fijamos en el fallido golpe de Estado en Guinea-Bisáu. También nos detenemos en Ucrania, Afganistán, Birmania, Corea del Norte, Italia, Perú y China. Y terminamos en Nicaragua con nuestra crónica de la semana.
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El recorrido
Estado Islámico
Una operación de las fuerzas especiales de Estados Unidos en el noroeste de Siria ha acabado este jueves con la vida del líder de Estado Islámico, Abu Ibrahim Al Hashami al Quraishi, según anunció el presidente Joe Biden. El ataque tuvo lugar en Idlib, último bastión de las milicias rebeldes, y se saldó con al menos trece muertos, entre ellos varios menores. Una fuente de la Casa Blanca indicó que Al Quraishi, de 45 años, murió al hacer estallar una bomba que portaba consigo rodeado de miembros de su familia. Al Quraishi había sido designado máximo líder de Estado Islámico (ISIS) tras la muerte de Abu Bakar al Bagdadi en octubre de 2019, en otra acción de las fuerzas especiales estadounidenses también en la provincia de Idlib.
La operación que ha acabado con la vida del líder yihadista ha tenido lugar algunos días después de que fuerzas estadounidenses apoyaran a las milicias kurdas y las Fuerzas Demoráticas Sirias en violentos combates en la prisión de Hasaka, en el noreste de Siria. La cárcel fue asaltada por células durmientes del ISIS para liberar a excombatientes yihadistas. Cerca de 300 yihadistas, 70 milicianos kurdos y una decena de civiles murieron en varios días de enfrentamientos, en la que supuso la mayor acción de Estado Islámico desde su derrota en 2019. Desde 2014, año de su nacimiento, el grupo terrorista llegó a controlar un extenso territorio entre Irak y Siria, donde declaró un califato. Tras su derrota territorial, quedó reducido a células durmientes principalmente en la frontera sirio-iraquí.
Portugal
La noticia política de la semana en el continente europeo —con permiso de la no dimisión de Boris Johnson en Reino Unido y la no jubilación de Sergio Matarella en Italia— es la mayoría absoluta lograda por el socialista António Costa en Portugal. Si recuerdas, el primer ministro luso se vio obligado en noviembre a convocar elecciones anticipadas porque no logró obtener apoyos suficientes para sus presupuestos anuales de este 2022. Aquella falta de confianza de sus socios de gobierno ha sido ahora castigada en las urnas por una ciudadanía que se ha decantado por una poco habitual mayoría absoluta. La contrapartida ha sido un notable empujón al partido ultraderechista Chega, que se convierte en la tercera fuerza política al pasar de uno a diez diputados. Este resultado convierte además a Costa en el primer ministro más longevo en la historia de Portugal.
La cita electoral se desarrolló en un contexto que no por habitual es menos complicado. Lo resumía bien el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, en su tradicional mensaje lanzado el día previo a las elecciones: “Sé que pandemia, cansancio, conformismo y otras razones son, para muchos, argumentos para elegir no elegir. Pero en estas elecciones tan diferentes, en un tiempo tan diferente y exigente, votar es también una manera de decir que estamos vivos”. La abstención finalmente se acercó al 42%, una cifra elevada pero alejada del 60,7% registrado en las presidenciales de enero de 2021.
Guinea-Bisáu
Intento de golpe de Estado en Guinea-Bisáu: el presidente del país, Umaro Sissoco Embaló, sobrevivió este martes a un tiroteo en el que fallecieron once personas, entre ellas cuatro civiles, según el Gobierno. Un grupo de militares irrumpió a tiros en el Palacio de Gobierno mientras tenía lugar un Consejo de Ministros en el que participaba el propio Embaló y el jefe del Ejecutivo, Nuno Gomes Nabiam. Tras un asedio de cerca de cinco horas, las fuerzas de seguridad lograron controlar la situación. Guinea-Bisáu, un inestable país de unos dos millones de habitantes, ha sufrido cuatro golpes militares desde su independencia de Portugal en 1974, el más reciente en 2012. Las motivaciones de esta última intentona golpista no están claras, aunque según el propio presidente Embaló están vinculadas a su lucha “contra la corrupción y el narcotráfico”.
El fallido golpe es el cuarto que sufre África Occidental en apenas seis meses, tras los de Burkina Faso, Guinea Conakry y Mali. Precisamente este último país, bajo control de los militares tras un golpe de Estado en 2020, ha ocupado titulares esta semana al ordenar la expulsión del embajador de Francia en Bamako. La decisión ha llevado a su peor momento unas relaciones diplomáticas ya tensas y se produce después de que el ministro francés de Exteriores tachara a la junta militar de “ilegítima” y la acusara de tomar decisiones irresponsables. Francia tiene presencia militar en Mali desde 2013 como parte de las operaciones internacionales para combatir el yihadismo en el Sahel, y recientemente ha denunciado la presencia de mercenarios rusos en ese país que, dicen, están “saqueando” los recursos malienses a cambio de proteger a la junta golpista.
La imagen
Nuestra fotografía de la semana, de Efrem Lukatsky, nos traslada a Ucrania porque la tensión internacional derivada de su situación sigue en aumento. La semana comenzó con el traslado del pulso entre Estados Unidos y Rusia a los atriles de la ONU. Allí, la embajadora de la Casa Blanca acusó a Moscú de poner en peligro la paz enviando tropas a la frontera ucraniana, mientras que el representante del Kremlin le recriminó azuzar la histeria y provocar una escalada de la crisis. Un par de días después, Biden aprobó el envío de 3.000 soldados a diversos puntos del este de Europa como Polonia, Alemania y Rumanía.
Y mientras algunos ciudadanos ucranianos se entrenan en técnicas militares como muestra nuestra fotografía destacada, países vecinos como Eslovaquia o Bulgaria parecen haber perdido la paciencia esperando a una eventual respuesta comunitaria desde Bruselas y han comenzado a ofrecer a Kiev su ayuda directa en forma de abastecimiento, tropas e incluso armas.
Otras claves
- Empezamos por Afganistán y, por primera vez desde hace tiempo, con una buena noticia, porque este miércoles se han retomado las clases en algunas de sus universidades públicas tras casi seis meses de cierre. El apunte agridulce está en la confirmación de que el gobierno talibán permitirá que las mujeres vuelvan a sus aulas pero en horario de tarde para no coincidir con los hombres en la mañana.
- El Ejército de Birmania ha prorrogado hasta al menos el 31 de julio el estado de emergencia. El anuncio se produce en la semana en que se cumple un año del golpe militar que derrocó al Gobierno de la líder de facto Aung San Suu Kyi e hizo descarrilar la incipiente democracia en el país asiático.
- Corea del Norte disparó el domingo su misil más potente desde 2017. Es el séptimo lanzamiento balístico en lo que va de año, una escalada que inquieta a su vecina Seúl por el riesgo de eventuales ensayos nucleares o de lanzamientos de largo alcance. Pyongyang nunca había realizado tantos ensayos en apenas un mes.
- Como te adelantábamos al inicio, Sergio Mattarella se ha visto obligado a posponer su jubilación y a sus 80 años continuará como presidente de la República de Italia tras seis días de bloqueo político en busca de un sucesor. Con la sombra de ocho votaciones fallidas, Mario Draghi, uno de los candidatos a la jefatura de Estado, ha retomado también su trabajo como jefe de Gobierno en principio hasta 2023.
- Donde sí ha habido cambios de Gobierno es en Perú. La hasta ahora primera ministra, Mirtha Vásquez, renunció el lunes por desacuerdos con Pedro Castillo. El mandatario de izquierda ha intentado atajar la crisis institucional que sufre su administración designando un nuevo Consejo de Ministros. Es el tercer gabinete de Castillo en apenas seis meses de Presidencia.
- Llevan tanto tiempo dando que hablar que parecen llevar meses en marcha, pero no: este fin de semana arrancan por fin en China los polémicos Juegos Olímpicos de Invierno. Estaremos pendientes de las repercusiones políticas y diplomáticas que sigan generando —la última es una app de obligada instalación para atletas y que graba audios enviados a servidores chinos—, pero también, por qué no, del deporte.
Esta semana en 5W
Esta semana se han reanudado en Nicaragua los juicios contra 46 opositores al Gobierno de Daniel Ortega. Entre los acusados de “traición a la patria” o “lavado de dinero” hay activistas, empresarios, periodistas e incluso siete exaspirantes a la presidencia que en noviembre renovó por cuarta vez el actual mandatario.
Pero la represión de la dictadura hacia las voces disidentes viene de años atrás. Uno de sus momentos álgidos tuvo lugar en abril de 2018, cuando una insurrección pacífica fue duramente contestada por las fuerzas oficiales provocando la huida masiva de campesinos, estudiantes y periodistas a Costa Rica para proteger sus vidas. La reportera Sol Acuña y el fotoperiodista Pablo Murillo han seguido las historias de algunos de sus protagonistas, en el exilio desde entonces, y hoy las comparten en 5W.