El Ejército israelí ha perpetrado una nueva masacre en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza. Al menos 59 palestinos murieron el martes tras ser alcanzados por proyectiles de tanques israelíes mientras esperaban junto a un camión de ayuda humanitaria. El Ministerio de Salud de Gaza informó también de al menos 221 heridos, 20 de ellos en estado crítico, en uno de los episodios más sangrientos de las últimas semanas. Según testigos, los tanques abrieron fuego deliberadamente contra la multitud, lanzando dos proyectiles en medio de la aglomeración. Muchos de los heridos fueron trasladados al colapsado Hospital Nasser, que se encuentra desbordado y sin recursos suficientes para atender a las víctimas, con pacientes acostados en pasillos y suelos por falta de camas.

Este ataque es uno más de los ocurridos en las últimas semanas cerca de los centros de distribución de alimentos, gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza, en los que han muerto cerca de 400 palestinos y unos 3.000 han resultado heridos en las últimas tres semanas. La ONU y la OMS han condenado duramente este sistema, señalando que militariza el acceso a la ayuda y pone en riesgo directo a la población civil. “Existe una correlación constante entre la ubicación de los cuatro centros de distribución de alimentos anunciados y los incidentes con gran número de víctimas”, afirmó el responsable de emergencias de la OMS, Thanos Gargavanis. Mientras, la situación humanitaria en Gaza se deteriora rápidamente: cerca de medio millón de personas se enfrentan a una hambruna catastrófica si la ayuda no aumenta antes de septiembre. Tras 20 meses de ofensiva, más de 55.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, han muerto.