Hong Kong, la grieta china

El contexto detrás de las manifestaciones que están poniendo en jaque a Pekín

Hong Kong, la grieta china
Badiucao

Las bolsas con bridas plásticas y los rollos de film de cocina pasaban de mano en mano por la marea de manifestantes, uniformada con camisetas negras —“de luto por Hong Kong”, musitaba uno de ellos—, gafas de protección, cascos de ciclista o de construcción y el rostro tapado por una mascarilla. Con el plástico se cubrían los brazos para evitar que la piel absorbiera el gas pimienta, y con las bridas la vanguardia rebelde había creado un particular ariete de vallas metálicas destinado a embestir, lenta pero inexorablemente, las puertas acristaladas del LegCo (Consejo Legislativo). 

Sucedía el pasado 1 de julio. Mientras más de medio millón de personas recorrían de forma pacífica la excolonia británica, convocadas por el Frente Cívico de Derechos Humanos —una coalición compuesta por 50 organizaciones locales—, los alrededores del Parlamento autonómico de Hong Kong exudaban determinación y desesperación a partes…

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