Del mortal atentado en Damasco a la violencia en Cachemira

La liberación de opositores en Birmania, el repunte de coronavirus y otras noticias de la semana

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Del mortal atentado en Damasco a la violencia en Cachemira
Dar Yasin / AP

Nuevo viernes, nuevo rickshaw. Esta semana comenzamos pendientes del incremento de las hostilidades en Siria, nos interesamos por la liberación de más de 5.000 opositores en Birmania, y repasamos la actualidad de la pandemia de coronavirus. También nos detenemos en Cachemira, Haití, Ecuador, Etiopía, Rusia, Venezuela, Sudán del Sur, India y Nepal.

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El recorrido

Siria

Aumentan las hostilidades en Siria. Esta semana, el país ha vivido su peor atentado desde 2017: al menos catorce personas murieron en Damasco y varias resultaron heridas de gravedad cuando dos bombas lapa colocadas en un autobús del Ejército estallaron mientras el vehículo transitaba por el centro de la ciudad. A pesar de que el país lleva más de diez años en guerra, este tipo de acciones no son habituales en su capital, blindada por las fuerzas leales al presidente Bashar Al Assad. Poco después del ataque, un bombardeo en la zona de Idlib, en el noroeste del país, atribuido al Ejército sirio dejó al menos trece muertos, entre ellos cuatro niños, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Recordemos que, aunque Al Assad y sus seguidores proclamaron su victoria militar hace tiempo, el conflicto continúa en Siria. La región de Idlib, en el noroeste, sigue bajo control de una nebulosa de grupos yihadistas y rebeldes, fuera del control del régimen de Al Assad. En estos diez años, el conflicto sirio ha dejado más de 35.000 muertos y ha desplazado a la mitad de la población del país, incluyendo a más de cinco millones de personas que han buscado refugio fuera de sus fronteras.

Birmania

La junta militar que gobierna Birmania anunció este lunes la liberación de más de 5.000 personas detenidas por participar en las protestas contra el golpe de Estado del pasado febrero. En las horas siguientes, varios cientos de presos salieron de cárceles de Rangún y otras ciudades del país. Los liberados, sin embargo, son por ahora muchos menos de lo que se había prometido y, según organizaciones de derechos humanos, más de un centenar fueron detenidos de nuevo nada más llegar a sus casas bajo nuevos cargos. El anuncio de la amnistía se produjo pocos días después de que la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) anunciara que el líder de la junta militar, Min Aung Hlain, no está invitado a la cumbre que la organización mantendrá la próxima semana. Es una decisión poco habitual dentro de la ASEAN, que siempre ha mantenido una política de “no interferencia”, y refleja el creciente aislamiento de Birmania en la comunidad internacional.

Birmania afronta inestabilidad y violencia desde el golpe de Estado que depuso a la líder Aung San Suu Kyi. Ella sigue detenida, igual que varios altos cargos de su partido, y afronta varios procesos judiciales con los que, según sus abogados, los militares buscan apartarla definitivamente de la política. Desde febrero, más de 1.100 personas han muerto por la brutal represión de las fuerzas de seguridad, según cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, que también contabiliza unos 8.000 opositores detenidos.

Covid

Seguimos pendientes de la evolución de la pandemia de coronavirus. Esta semana hemos sabido que Letonia ha decretado, en palabras de su primer ministro, Krisjanis Karins, “un régimen estricto durante cuatro semanas” al tiempo que piden acelerar el plan de vacunación. Las medidas incluyen un mes de confinamiento, toque de queda nocturno y la apertura únicamente de tiendas que vendan productos esenciales. El país tiene ahora la tasa más alta de infección de la Unión Europea, aunque buena parte del continente mira con preocupación el aumento en sus respectivos países: Polonia ha advertido de una explosión de casos y la República Checa ha comenzado a reforzar algunas de sus medidas de contención del virus.

Tampoco nos olvidamos de la campaña de distribución de la vacuna, cuya desigualdad sigue siendo escandalosa en determinadas regiones. En África, hace apenas diez días que Burundi recibió su primer lote para comenzar a inocular las primeras dosis de la vacuna. Es, junto con Corea del Norte y Eritrea, uno de los tres últimos países del mundo en recibirlas. Ahora su Gobierno —cuyos líderes habían minimizado previamente la gravedad de la pandemia— ha anunciado que comenzará la campaña con personal sanitario y personas mayores gracias a las 500.000 dosis donadas por el Gobierno chino.

La imagen

Dar Yasin / AP

La fotografía de la semana, de Dar Yasin, muestra a un grupo de personas junto a los restos de una vivienda destruida en enfrentamientos en Srinagar, en la Cachemira bajo control indio. La violencia se ha intensificado durante las últimas semanas en esta región fuertemente militarizada que se disputan la India y Pakistán. Desde principios de octubre, una treintena de personas han muerto en una oleada de ataques atribuidos a grupos rebeldes y aparentemente dirigidos contra colectivos como trabajadores migrantes o miembros de las minorías hindú y sij de esta región, mayoritariamente musulmana. Las fuerzas indias de seguridad han lanzado como respuesta una ofensiva en la que han muerto al menos 13 rebeldes en distintas operaciones en el valle de Cachemira y han detenido a más de 300 personas.

La disputada Cachemira es una de las grandes fuentes de tensión entre la India y Pakistán, enemigos históricos y potencias nucleares, y ha estado en el centro de tres guerras entre ambos países. 

Otras claves

  • Haití continúa en alerta, y a la inestabilidad política se suma una escalada de violencia e inseguridad. El pasado fin de semana fueron secuestrados en Puerto Príncipe, la capital, un grupo de misioneros estadounidenses y sus familiares, entre ellos algunos menores de edad. El país tiene una alarmante tasa de secuestros por parte de grupos armados para exigir rescates: en lo que va de año se han producido más de 600.
  • El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha declarado el estado de excepción ante la creciente espiral de violencia provocada por el narcotráfico. La medida se ha adoptado 18 días después de la peor matanza carcelaria del país, en la que, recordemos, bandas ligadas al narcotráfico se enfrentaron dejando 119 muertos.
  • A punto de cumplirse un año del conflicto en Etiopía, las autoridades locales de Tigray han acusado esta semana al primer ministro —y premio Nobel de la Paz— Abiy Ahmed de atacar objetivos civiles en Mekele, capital de la región. El Gobierno ha admitido el bombardeo en la zona, aunque asegura que el objetivo eran infraestructuras de comunicación.
  • El opositor ruso Alexei Navalny ha sido reconocido con el Premio Sajarov de Derechos Humanos del Parlamento Europeo. El galardón llega después de que el Kremlin anunciara el cierre de su misión ante la OTAN como respuesta a la retirada de la acreditación de ocho de sus representantes en Bruselas acusados de espionaje.
  • El empresario colombiano Alex Saab, acusado de ser testaferro de varios entramados de corrupción dentro del Gobierno venezolano, ha sido extraditado a Estados Unidos desde Cabo Verde, donde estaba detenido desde 2020 por supuesto lavado de dinero.  Saab formaba parte de la comisión negociadora del Gobierno venezolano con la oposición. Nicolás Maduro ha tildado su extradición de “secuestro” y “puñalada mortal” al diálogo.
  • Y cerramos pendientes de las fuertes lluvias que están azotando algunas regiones del mundo. Sudán del Sur está sufriendo sus peores inundaciones desde 1962 y según Naciones Unidas ya hay más de 700.000 personas afectadas. En la India y en Nepal las consecuencias derivadas de las lluvias torrenciales han acabado con la vida de más de 180 personas tan solo durante la última semana.

Esta semana en 5W

El Sáhara Occidental es la última colonia en África pendiente de descolonización. Transitar por ella supone un riesgo por los enfrentamientos militares entre el ejército saharaui y el marroquí, sobre todo desde la reactivación del conflicto armado en noviembre de 2020. Según la Media Luna Roja Saharaui, 900 familias han llegado a los asentamientos en el desierto argelino de Tinduf huyendo del conflicto estos últimos meses.

A la inseguridad se suman los estragos del cambio climático: durante la época de chedda, el desierto es un infierno en el que no llueve nada y los pozos se vacían; como contraposición, las lluvias torrenciales son cada vez más frecuentes y destruyen más que benefician.

La periodista Ebbaba Hameida nació en esos campamentos de personas saharauis refugiadas en Argelia. Esta semana publica en 5W una crónica que, a través del viaje en busca de su abuela, recorre los nuevos peligros que acechan la vida de la población nómada.

Buena lectura.

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