Ensayo

Contra el mito de la juventud racista

La educación pública, laboratorio exitoso para la gestión de la diversidad

Contra el mito de la juventud racista
Ilustración de Cinta Fosch

El verdadero nombre de Pancho es Cristian, pero lo llaman así desde Segundo [de la ESO] por el origen colombiano de su madre, aunque en su documentación la única nacionalidad que aparece es la española. Lucas es su amigo y compañero de clase, el del gimnasio. Ahora están en Cuarto, pero hace dos cursos se podía sentir cómo contenían la respiración cada vez que entraban en clase. Cristian, recién incorporado al instituto, escuchaba el eco del mote ‘Pancho’, seguido a menudo del de “negro”. En ese entonces, Lucas se llamaba Lucía, y el eco que recibía era el de “transformer”.

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