Lo último que me esperaba era una fiesta. En 2009 viajé al Chaco boliviano para escribir un reportaje sobre las comunidades guaraníes afectadas por el mal de Chagas, una enfermedad tropical que causa decenas de miles de muertes anuales, que se podría prevenir y tratar mucho mejor, que incluso se podría erradicar, pero que solo mata en países pobres: entonces no importa. Esperaba visitas duras, conversaciones amargas, pero llegué en domingo. ¿Y qué se celebra los domingos en cualquier pueblo de medio planeta? Un partido de fútbol.
Contenido solo para socios/as
Otra forma de ver el mundo es posible. Si te haces ahora socio/a, tendrás acceso ilimitado a la web, y recibirás cada año nuestra revista en papel con más de 250 páginas y un libro de la colección Voces.
Suscríbete ahora