Las fotografías de 2025

Repasamos en imágenes un año marcado por Gaza, el retorno de Trump y las movilizaciones sociales

Las fotografías de 2025
La palestina Maha Elayan llora mientras abraza el cuerpo de su hijo Qasim, de 7 años, asesinado en un ataque aéreo israelí el pasado mayo contra una escuela de la ONU utilizada como refugio en el centro de la Franja de Gaza. Abdel Kareem Hana / AP

Este 2025 que termina nos ha dejado imágenes que reconstruyen el relato de un mundo convulso. De Gaza a Ucrania, de Siria a Etiopía, de Marruecos a Estados Unidos: la guerra, las tensiones políticas, la crisis climática o las movilizaciones sociales han marcado el pulso de los últimos doce meses. 

En un mundo desbordado de fotografías, no es fácil hacer una selección. En 5W hemos querido destacar las que evocan algunos de los principales capítulos escritos a lo largo del año: conflictos abiertos y silenciados, movimientos de población, luchas sociales, resistencias. Algunas de estas imágenes ocuparon portadas, otras quedaron al margen de los focos. Pero todas ellas forman parte de la memoria visual de un año que se cierra lleno de interrogantes.

Una de las páginas más trágicas de 2025 se ha escrito, de nuevo, en la Franja de Gaza. Las imágenes de destrucción, hambruna, heridos, exilios y muerte se han repetido día tras día. El frágil alto el fuego acordado en octubre entre Israel y Hamás no ha detenido las muertes diarias por ataques israelíes ni ha impedido que el enclave cierre el año con niveles “críticos” de hambre. Desde el inicio de su ofensiva indiscriminada contra Gaza en respuesta a los atentados del 7 de octubre de 2023, Israel ha acabado con la vida de más de 70.000 personas. A las bombas se ha sumado el bloqueo de la ayuda y el hambre como arma de guerra. Desde la entrada en vigor de la tregua de octubre la entrada de asistencia humanitaria ha aumentado, pero está muy lejos de ser suficiente.Y a ello se suman las difíciles condiciones meteorológicas en los primeros compases de un invierno que se prevé durísimo en la Franja. 

Fotografía tomada con un dron de grupos de personas volviendo a sus casas en Rafah, en el sur de la Franja, en un entorno de destrucción absoluta. El retorno se produjo en el marco de un precario alto el fuego alcanzado el 15 de enero entre Israel y todas las facciones palestinas. También en aquella ocasión Israel violó la tregua en varias ocasiones, hasta que en marzo la rompió definitivamente con bombardeos masivos que dejaron más de 400 muertos. Mohammad Abu Samra / AP 
Fotograma de un vídeo compartido en Internet que muestra cómo la pequeña Ward Jalal Al-Shaikh Khalil, de 6 años, escapa por su propio pie de un incendio provocado por un ataque israelí contra una escuela de la ciudad de Gaza en mayo de 2025. El bombardeo mató a sus seis hermanos y a su madre, y dejó a su padre muy grave. La escuela servía de refugio a cientos de personas desplazadas. 
Mahmoud Shakshak, a la derecha, llora sobre los cuerpos de su hijo de 5 años, Fadi, y su hija de 8 años, Sara, envueltos en sudarios en el hospital Shifa de la ciudad de Gaza. El Ejército israelí mató a los dos pequeños en un ataque en octubre de 2025. Yousef Al Zanoun / AP
Este fotograma extraído de un vídeo muestra las colas del hambre en el primer día de operaciones del nuevo centro de distribución de alimentos impulsado por Israel, y gestionado por la llamada Fundación Humanitaria de Gaza, el pasado mayo en el sur de la Franja. El día terminó en tragedia: una persona murió y al menos 47 resultaron heridas en medio de estampidas, disparos y caos generalizado. Durante el tiempo que la distribución estuvo bajo el control de esa fundación —una polémica organización respaldada por Estados Unidos e integrada por contratistas privados— se multiplicaron los ataques contra quienes iban a buscar alimentos. Ir a recoger ayuda se convirtió en una trampa mortal. AP
Una multitud de palestinos carga sacos y cajas con alimentos y ayuda humanitaria descargados de un convoy del Programa Mundial de Alimentos que se dirigía a la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, el 16 de junio de 2025. Jehad Alshrafi / AP.

Decenas de ciudadanos palestinos rezan ante los cadáveres de varios periodistas, entre ellos los corresponsales de Al Jazeera Anas al-Sharif y Mohamed Qreiqeh, asesinados en un ataque aéreo israelí en agosto de 2025. Desde el 7 de octubre de 2023, Israel ha acabado con las vidas de al menos 249 periodistas en Gaza. Jehad Alshrafi / AP
Un grupo de prisioneros palestinos liberados por Israel saludan desde un autobús a su llegada al hospital Nasser en Khan Younis, en el sur de Gaza, el 13 de octubre de 2025. El alto el fuego en Gaza incluyó el intercambio de rehenes israelíes que aún estaban en manos de Hamás por ciudadanos palestinos retenidos en cárceles israelíes. Saher Alghorra / New York Times / ContactoPhoto
Varios ciudadanos palestinos cruzan una calle inundada tras las fuertes lluvias en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, el 11 de diciembre de 2025. (Foto AP/Abdel Kareem Hana)

Conocimos la historia de la familia Hammad gracias a la serie Menú de Gaza: durante más de 500 días, los Hammad mostraron al mundo en la cuenta de instagram del periodista Mikel Ayestaran los platos que, en medio de la guerra y la escasez, llevaban a su mesa. Fue una serie para denunciar el uso del hambre como arma de guerra que logró decenas de miles de seguidores y obtuvo reconocimientos como el premio Ortega y Gasset. También se ha convertido en un libro editado por 5W que muy pronto saldrá de imprenta. Puedes conseguirlo aquí.

El 25 de junio, la familia Hammad consiguió salir de Gaza: Kayed, el padre; Amal, la madre; y los tres hijos —Dalia, Monjed y Mohammed— lograron llegar a Jordania y, desde allí, a España, donde intentan construir una nueva vida. 

La familia Hammad: Monjed, de 22 años; Dalia, de 20; Amal, la madre y cocinera del Menú de Gaza; Kayed, el padre; y Mohammed, el pequeño de la familia, de 17 años. Omar, el hijo mayor, de 24 años, murió en un ataque aéreo israelí. Guillem Trius.
Platos del Menú de Gaza, fotografiados por Dalia Hammad.

Aunque los ojos han estado puestos en Gaza, en la Cisjordania ocupada la violencia también se ha disparado desde el 7 de octubre de 2023. Los ataques de colonos judíos y de las fuerzas israelíes contra la población palestina se han multiplicado, igual que los asentamientos ilegales, en medio de una estrategia de colonización que Israel implementa desde mucho antes de la actual ofensiva. La diferencia es que ahora los ataques son más y gozan de una impunidad aún mayor. La periodista Patricia Simón y el fotoperiodista Ricard G. Vilanova recorrieron varias de las comunidades bajo asedio y lo contaron en la crónica Las masacres de los colonos en Cisjordania.

El padre y amigos de Saif Mussalet, un joven de 20 años asesinado a golpes por colonos israelíes, rodean su tumba el día de su entierro, al que asistieron miles de personas, muchas de ellas procedentes de otros pueblos. Ricard G. Vilanova
Entierro de Saif Mussalet, asesinado en al-Mazra'a ash-Sharqiya, un pueblo cercano a Ramala. Ricard G. Vilanova

También el conflicto en Ucrania ha estado en el centro de los foros políticos internacionales este 2025. Mientras desde el terreno llegaban imágenes de ataques contra objetivos civiles y militares —en un año marcado por el uso masivo de drones por ambos bandos—, en el tablero geopolítico la vuelta al poder del imprevisible Donald Trump daba un giro importante al conflicto. El mandatario estadounidense protagonizó un sonado encontronazo con Zelenski —aunque semanas después suavizó su postura— e intentó impulsar conversaciones directas con Putin para poner fin a la guerra, aunque por ahora sin lograr un acuerdo definitivo. Kiev ha recibido el apoyo de una fragmentada Unión Europea, que este mismo mes aprobó un apoyo directo de 90.000 millones de euros para Ucrania.

Agentes de policía ayudan a una mujer herida a salir de su casa, dañada por un ataque aéreo ruso, en un barrio residencial de Kiev, Ucrania, el 24 de abril de 2025. Evgeniy Maloletka / AP
Zelenski y Trump durante un tenso encuentro con la prensa en la Casa Blanca el 28 de febrero, que acabó en una bronca televisada. “Estás jugando con la Tercera Guerra Mundial”, le gritó Trump al líder ucraniano, mientras este intentaba explicar los orígenes del conflicto y la actitud beligerante de Rusia. Mystyslav Chernov / AP

Además de los muertos, la guerra en Ucrania deja otras heridas difíciles de cerrar: casi cuatro años después del inicio de la invasión rusa a gran escala, hay unas 60.000 personas desaparecidas en ese país. Desde el inicio del conflicto en 2014 en la región oriental del Donbás, desaparecieron allí cerca de mil personas. La cifra se dispara a partir del 24 de febrero de 2022. En la cobertura El dolor de las ausencias presentes, la editora gráfica de 5W, Anna Surinyach, y la periodista ucraniana Olga Tarnovska profundizan sobre estas desapariciones y el peso que suponen para los familiares de las personas cuyo paradero se desconoce.

Imagen de Andriy, desaparecido en agosto de 2014 en la batalla de Ilovaisk. Tenía 22 años. Su madre no ha dejado de buscarlo desde entonces. Anna Surinyach
“Defensor de Ucrania temporalmente desconocido”. Lápida de un soldado aún sin identificar. Anna Surinyach

El conflicto de Ucrania no es ajeno al uso de la violencia sexual como arma de guerra. En el último año y medio, la fotógrafa Ximena Borrazás viajó en tres ocasiones a los territorios donde se libra la guerra para reunirse con supervivientes ucranianos de este tipo de violencia, con la mirada puesta, sobre todo, sobre los hombres que la han padecido y las cicatrices que arrastran. 5W publicó el resultado de su trabajo en Las huellas de la ocupación rusa. 

Ruslan (seudónimo para proteger su identidad) fue detenido el 19 de agosto de 2020 y trasladado a un centro de aislamiento, donde pasó siete meses soportando todo tipo de torturas y violencia sexual. Oficialmente Rusia lo acusó de espionaje. Ximena Borrazás.
Esta radiografía muestra la dentadura de Ruslan, que sufrió torturas durante su cautiverio en territorio ocupado por Rusia. Ximena Borrazás

En el foco internacional este año también ha estado Siria, inmersa en una transición política tras la caída, en diciembre de 2024, del régimen de Bashar al Asad tras casi 14 años de guerra civil. Las huellas de la violencia y la represión durante esos años son muy visibles y protagonizan la crónica Las sombras ya tienen nombre, del director de 5W, Agus Morales, y el fotógrafo Samuel Nacar. Las imágenes de Nacar fueron premiadas con el World Press Photo en la categoría de Asia Occidental, Central y del Sur. Aunque la cobertura se realizó a finales del año pasado, la crónica fue una de las primeras piezas publicadas este 2025.   

En los largos pasillos de la infame prisión de Sednaya se suceden las celdas, vaciadas de presos tras la caída del régimen de Asad. Samuel Nacar
Hosni Diab estuvo seis años encarcelado. Cuando salió, casi no podía mantenerse en pie. Samuel Nacar
Fotografía desde un dron de la cárcel de Sednaya, la prisión militar que el régimen sirio había convertido en su particular campo de exterminio durante la guerra civil. Samuel Nacar

En segundo plano, más allá de los titulares, se libran otras guerras. Etiopía, y en concreto la región de Tigray, sufre todavía las consecuencias del conflicto con la vecina Eritrea, pese al acuerdo de paz firmado en 2022. Ambos países han elevado de nuevo este año la retórica bélica y aumenta el temor a nuevos enfrentamientos. En República Democrática del Congo hay millones de personas afectadas por la violencia y los enfrentamientos entre el M23, apoyado por Ruanda, y las fuerzas del Ejército. Pero la falta de acceso, la lejanía o la falta de interés político hacen que estos conflictos rara vez lleguen a las portadas de los medios.

Esta fotografía, tomada el 9 de abril de 2025 en el hospital público de Mekele, la ciudad más importante de la región de Tigray (Etiopía), muestra una radiografía del útero de una mujer tigriña de 28 años con un cortauñas en su interior. Lo introdujeron envuelto en una bolsa de basura junto a una nota en la que podía leerse la palabra “venganza”. La práctica no es un hecho aislado. Se cree que los culpables son soldados eritreos, en un ejercicio de violencia sexual que tiene como objeto privar de la capacidad reproductora a una mujer. Ximena Borrazás.
Voluntarios entierran a los muertos durante una semana de enfrentamientos en Goma, República Democrática del Congo, el 4 de febrero de 2025. Casi 3.000 personas perdieron la vida a finales de enero cuando los rebeldes del M23 capturaron una ciudad clave del este del Congo, donde aún se oyen ecos del genocidio de Ruanda de 1994. Guerchom Ndebo / New York Times / ContactoPhoto
El arranque del año fue convulso en el este de República Democrática del Congo. En solo unos días más de 500.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares o refugios. En la imagen, un grupo de personas abandona el campo de desplazados donde se refugiaba y se desplaza hacia Goma en medio del avance de la milicia M23. Guerchom Debo / New York Times / Contacto Photo

Miles de personas huyen cada año de los conflictos, pero también de la pobreza o la persecución; o, simplemente, buscan una vida mejor. Este 2025 las rutas migratorias se han cobrado miles de vidas, una tendencia que se repite cada año en medio del blindaje de fronteras de muchos países receptores. La Organización Internacional para las Migraciones ha documentado más de 5.400 personas muertas o desaparecidas en los últimos doce meses, aunque la cifra real puede ser mucho mayor. Las imágenes de naufragios en el Atlántico y el Mediterráneo se han repetido  a lo largo del año, con tragedias como la ocurrida en mayo en la costa de la pequeña isla canaria de El Hierro.

Cuatro mujeres y tres niñas murieron el 28 de mayo al volcar un cayuco con 152 personas cuando estaba a punto de atracar en el puerto de La Restinga, en la isla canaria de El Hierro. Gelmert Finol/Europa Press

Perdieron cuando estaban a punto de ganar. Fatoumatta Banaro, Mariama, Sarah Samoura, Mami Kamara, Adama Keita, Makia Binti Kamara y Aissatou Tabassa murieron cuando ya casi podían tocar la costa de El Hierro. El naufragio de su embarcación fue retransmitido en directo, en imágenes que fueron una nueva muestra de la crueldad de la política migratoria europea. La editora gráfica de 5W, Anna Surinyach, profundizó en lo ocurrido en la crónica visual Las siete vidas que la indiferencia se llevó.

El cayuco en el que viajaban 152 personas, entre ellas 45 mujeres y 29 niños, y que volcó a muy pocos metros de atracar en la costa de El Hierro. Anna Surinyach
Un chico acogido por una familia herreña desde hace años pone flores en la tumba de Mariama tras ser enterrada. Anna Surinyach

El relato sobre las migraciones está construido por narrativas que, a menudo, deforman realidades o criminalizan a sus protagonistas. En un intento de buscar otra perspectiva, Anna Surinyach y Agus Morales trabajaron durante meses para documentar un proyecto que propone la convivencia entre adolescentes llegados de distintas partes del mundo y familias o personas que los acogen. ¿Qué pasa cuando una familia abre las puertas de su casa a estos jóvenes? La respuesta está en la crónica Jóvenes y mayores bien acompañados.

Musa Jadama, de 19 años y procedente de Gambia, y Joana Vives, catalana de 76, convivieron durante nueve meses en casa de Joana, en el barcelonés barrio del Eixample, y sembraron la semilla de un nuevo futuro. Anna Surinyach

En Estados Unidos, Trump ha dado un giro a las políticas migratorias que llevaban años en vigor. Además de declarar la emergencia en la frontera sur y restringir el derecho de asilo, puso en marcha una campaña de deportaciones masivas tanto de personas recién llegadas como de otras que llevaban tiempo en el país; también alcanzó acuerdos con distintos países centroamericanos, entre ellos El Salvador, Guatemala, Ecuador y Costa Rica, para convertirlos en “terceros países” que pudieran recibir a personas expulsadas. Las imágenes de detenciones arbitrarias, separaciones de familias o violentas redadas condensan una política que extiende el miedo y priva de derechos a millones de personas migrantes. 

Varias personas esperan en tierra de nadie entre Estados Unidos y México tras ser detenidas cuando intentaban cruzar la frontera. Gregory Bull / AP
Una mujer procedente de Irán y deportada por Estados Unidos a Panamá escribe "Ayúdennos" en la ventana de su hotel en Ciudad de Panamá el 15 de febrero de 2025. Federico Ríos / New York Times / ContactoPhoto
Un manifestante es arrestado por la Patrulla de Carreteras de California en el centro de Los Ángeles el martes 10 de junio de 2025. Eric Thayer / AP

En 2025 se registró una temporada de incendios especialmente destructiva en muchas partes del mundo, con cifras récord que reflejan el impacto de la crisis climática y las condiciones meteorológicas extremas. En Los Ángeles, el año arrancó con un incendio que estuvo activo durante más de tres semanas y dejó doce muertos. También se registraron grandes incendios en lugares como Canadá, Chipre, Grecia o Japón. Pero la temporada fue especialmente destructiva en la península ibérica: 2025 se convirtió en el peor año de incendios en España desde que existen registros, con más de 400.000 hectáreas calcinadas tras un verano extremadamente caluroso. 

El incendio de Palisades quema una vivienda en el barrio de Pacific Palisades de Los Ángeles, el 7 de enero de 2025. Ethan Swope/AP

Una de las regiones más afectadas por los incendios en España fue Galicia. Allí, el abandono rural, tan visible en algunas zonas dedicadas antes a la ganadería y la agricultura, la endeble gestión forestal y la acumulación de maleza generaron un cóctel explosivo que se tradujo en fuegos de una enorme voracidad. El fotógrafo Brais Lorenzo, que empezó a documentar los incendios en su Galicia natal hace ya catorce años, se adentró este verano en la provincia de Ourense para capturar en imágenes la dimensión del desastre: la pieza El humo del abandono es el relato visual de lo que se encontró allí.  

Los incendios se intentan apagar con todo lo disponible: mangueras, hidroaviones, pero también con ramas. Brais Lorenzo
Incendios forestales en Galicia

Este año también nos ha dejado imágenes espectaculares de otro tipo de fuegos, los urbanos. En noviembre, un enorme incendio se desató en un complejo de edificios en Hong Kong y en pocos minutos alcanzó el nivel 5, de máxima alarma. En tan solo cuatro horas, el fuego se extendió por siete de los ocho bloques del complejo. Murieron 161 personas en el incendio más mortífero en Hong Kong en 77 años. 

Un hombre de 71 años gesticula con desesperación al avisar de que su esposa está atrapada entre las llamas del complejo de edificios en el distrito de Tai Po, en Hong Kong, el  26 de noviembre de 2025. Tyrone Siu / Reuters / ContactoPhoto

Si las cifras de incendios batieron récords, este 2025 también hubo otro suceso histórico en España. El 28 de abril, la red eléctrica peninsular colapsó y se produjo un apagón masivo que afectó a más de 50 millones de personas en la península ibérica y el sur de Francia y paralizó la actividad económica, social y de servicios esenciales. El Gobierno apuntó a una concatenación de eventos que acabó tumbando el sistema y responsabilizó tanto al operador (Red Eléctrica de España) como a las compañías propietarias de las centrales que generan la electricidad. Fue un apagón histórico que evidenció la dependencia diaria de la electricidad del país.

Un autobús realiza una parada en la plaza de Cibeles de Madrid el 28 de abril, durante el mayor apagón de la historia de España. Santi Palacios/Sonda Internacional

El mundo ha vivido en los últimos doce meses una oleada de movilizaciones sociales que, en algunos casos, ha desencadenado importantes cambios políticos. De Corea del Sur a Turquía, de Nepal a Marruecos, miles de personas salieron a las calles con demandas que iban desde la lucha contra la corrupción a la justicia social, mejores servicios públicos y oportunidades económicas. 

En abril de 2025, grupos de manifestantes salieron a las calles de Seúl para pedir la destitución permanente del presidente surcoreano Yoon Suk-yeol. Los poderes políticos del mandatario ya habían sido suspendidos en diciembre, después de que declarara sin previo aviso la ley marcial en el país para hacer frente a supuestas “actividades antiestatales”. El Parlamento no acató la ley marcial y votó su derogación. El propio Yoon decidió revocar la ley unas horas después. En abril el Tribunal Constitucional aprobó su destitución definitiva, tras lo que se celebraron elecciones de las que salió el actual presidente, Lee Jae-myung. Lee Jin-man / AP
Agentes de policía usan gas pimienta contra un manifestante vestido con ropa derviche (una orden sufí) durante una protesta el 23 de marzo, día en que el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, fue encarcelado como parte de una investigación por corrupción. Alexandros Avramidis / Reuters / ContactoPhoto

Muchas de las protestas que han sacudido el mundo en 2025 han estado protagonizadas por la llamada generación Z: los jóvenes salieron a las calles para decir, alto y claro, que están cansados y aspiran a más en sus países. Organizados desde plataformas digitales como Discord y otras redes sociales, reafirmaron así su condición de generación digital. En 5W lo hemos contado en el especial Protestas Z.

Cientos de manifestantes en Katmandú, Nepal, ante el edificio del Parlamento, en llamas durante una protesta contra la corrupción y la prohibición de las redes sociales el 9 de septiembre. Las movilizaciones, encabezadas por jóvenes, hicieron caer al Gobierno nepalí. Prakash Timalsina / AP
Una manifestación contra la corrupción y para reclamar reformas en la atención médica y la educación en Casablanca, Marruecos, el 2 de octubre de 2025. AP
Un grupo de manifestantes trata de romper una barrera policial en una protesta en Lima contra las políticas de Dina Boluarte el 20 de septiembre. Martín Mejía / AP
Manifestantes que protestan contra los cortes crónicos de electricidad y agua se enfrentan a la policía antidisturbios en Antananarivo, Madagascar, el 30 de septiembre. Mamyrael/AP

Más allá de la actualidad internacional, en 5W hemos puesto la mirada, como siempre, en historias gráficas con temas de fondo que atraviesan nuestras sociedades. Estos son algunos de los relatos visuales que hemos publicado este año.

La fotógrafa Nuria López Torres lleva más de veinte años documentando la sociedad cubana, su cultura y su evolución en una amplia investigación. Parte de ella aborda la herencia de África y la huella que dejaron el colonialismo, la opresión y la esclavitud en la identidad cubana. De esta exploración surgió Pelo Malo, un recorrido visual protagonizado por mujeres que ondean el orgullo afro, cantantes de rap o activistas feministas con discursos antirracistas.

“Se vende una negra, recién parida, con abundante leche, excelente lavandera y planchadora”. “Se vende una negra por no necesitarla su dueño”. Son anuncios reales de periódicos de mediados del siglo XIX, durante la época de la esclavitud. Sobre ellos está el retrato de la cantante y modelo Ivena Litan, y como fondo una imagen del salón de la familia Mena, una de las que se enriqueció con el tráfico de esclavos y las plantaciones de caña de azúcar de La Habana. Nuria López Torres

España celebró 19.254 fiestas taurinas en 2024, muchas de ellas financiadas con dinero público. “Es una locura”, dice la fotógrafa Ariadna Creus, que desde 2022 ha recorrido más de 60 localidades españolas para documentar la violencia que sufren estos animales. En La fiesta brava, Creus captura el sufrimiento de los toros en las fiestas celebradas en nombre de la cultura. 

Una vaquilla derrapa en la plaza de toros de Alcora, Comunidad Valenciana, el 29 de agosto de 2024. Este tipo de caídas son habituales. En esta localidad ponen tierra en el suelo para evitar las abrasiones que le provocaría el contacto con el asfalto. La Comunidad Valenciana es la región con más festejos de este tipo, seguida de Aragón y Castilla y León. Ariadna Creus

Los tabús que existen en torno al consumo de drogas en España vertebran el ensayo fotográfico Des-velar, del fotoperiodista Edu León, quien trabajó varios años en América Latina. Allí tuvo la oportunidad de cubrir la guerra contra el narcotráfico y las consecuencias que deja en las poblaciones que la sufren. La experiencia transformó su modo de mirar y, de regreso a España, sintió la necesidad de poner en práctica sus reflexiones sobre la fotografía acercándose a la realidad del consumo de drogas en un pueblo de Castilla-La Mancha.

En la década de 1990, la ruta del bakalao no se limitaba a alcanzar Valencia: la gente circulaba escuchando música electrónica a través de los viñedos de La Mancha. Tras un análisis de las aguas residuales de uno de los pueblos de esta región, la prensa  se refirió al lugar como “la segunda población de España con mayor consumo de cocaína per cápita”. 

El cierre de este año y el repaso a las historias que hemos cubierto nos invitan a hacer un diagnóstico sobre el mundo en que vivimos. Son historias, en su mayoría, de resistencia, porque esta es la era de la resistencia. Ante el racismo y el autoritarismo, ante un clima cada vez más volátil a causa de la acción del ser humano, ante la supresión de cada vez más libertades individuales y colectivas. Por eso os podemos anunciar que nuestra próxima revista en papel llevará ese título: Resistencia.

Pero eso ya será en 2026. 

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